domingo, 3 de mayo de 2009

La semana se acaba

Con el sosiego que surge entre el atardecer y el anocher, con la creencia de haber hecho bien las cosas, con la seguridad de saber que la cabeza y el corazón juegan a medias, con la incertidumbre de tus labios lejanos, con la honestidad que emerge de tus pupilas, con el dulce crepitar del fuego de antaño, con la piedra filosofal que marca el presunto porvenir de tu destino, con el amor incondicional de tus dioses, con la nada que ahora es todo, con la preciosa templanza de tus palabras, con el recuerdo de las calles llenas de luz y color, con las lágrimas que derramas y que riegan mi ajado jardín, con el viejo reloj que te dejaste cuando te fuiste a vivir con las estrellas, con la sonrisa que me regalas cada día, con el perdón que siempre te pido y que nunca será demasiado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario