Ellos siempre creyeron que yo podía llegar. Yo aún no he llegado pero sé que ellos siguen creyendo que puedo. Si no fuese así, yo no podría ni tan siquiera intentarlo.
domingo, 24 de mayo de 2009
Cálculos aproximados
Borrar todas las canciones del Ipod y dejar sólo "La suerte de mi vida", del Canto del Loco. Camiseta y pantalones cortos, zapatillas y gafas de sol. Empezar a correr por calles, caminos y bosques. No pensar, sólo escuchar y dejar que las piernas hagan el resto. Comprobar que las obras para la mejora del río van avanzando poco a poco. Cruzarse con papá, mamá y dos niños en bicicleta. Adelantar a un camarada. Que te adelante el mismo camarada. Ver a corredores descansar e hidratarse. El lago de las gaviotas. Seguir corriendo. A ratos sol, a ratos nubes. Si hiciera menos calor se estaría mejor pero la temperatura es bastante buena. Llegar a casa tras escuchar exactamente quince veces la misma canción y no haberme parado en todo el camino. Es decir, tres minutos y cuarenta segundos multiplicados por quince son, aproximadamente, cincuenta minutos a un buen ritmo. Misión cumplida. Y tras quince veces hoy y otras tantas antes, sigo haciéndome la misma pregunta: ¿Qué has visto en mí?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario