miércoles, 29 de abril de 2009

Diario de un manresano ocasional (Capítulos 12 y 13)

El capítulo 12 se resume diciendo que ha sido un día más dentro de la rutina manresana: despertarse, trabajar, desayunar, trabajar, comer, trabajar y volver. Lo único especial ha sido que durante toda la mañana he estado de visita por diferentes pueblos. Por lo demás, un poco más de lo mismo.
El capítulo 13 es el de mañana. Será un día muy ajetreado porque por la tarde, en cuanto sea la hora de marcharme de la oficina, cogeré el coche para ir hasta mi casa y luego hasta Girona, donde me espera una cena con mis ex-o-no-tan-ex-compañeros de trabajo. No podré escribir nada porque iré muy justo de tiempo debido a que el viernes es festivo y mucha gente saldrá y colapsará las carreteras, sobretodo los accesos para entrar y salir de Barcelona, que es por donde teóricamente tendría que pasar yo para llegar a mi casa. Sin embargo, cambiaré la ruta y optaré por una alternativa que en principio me llevaría mas tiempo que la ruta habitual en condiciones normales pero que mañana, teóricamente, me dejará en casa en unas dos horas, media hora más del normal. No quiero ni pensar el atasco que tendría que chuparme mañana y que, casi seguro, me haría tardar el doble de lo habitual.
Sólo espero llegar bien y a tiempo. Odio la impuntualidad y la considero una falta de respeto. Tú lo sabes bien.

martes, 28 de abril de 2009

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 11)

Estoy rodeado de libros. Geografía, astronomía, historia, ciencias, novelas, botánica, zoología.
Cuando era pequeño me gustaba pensar que algún día tendría una biblioteca en casa, un rincón especial lleno de palabras y poder disfrutar de ellas a cada momento. Supongo que no hace falta decir que ese sueño se fue desvaneciendo poco a poco hasta el día de hoy.

Hacía mucho tiempo que no visitaba una biblioteca y ahora, aunque no es para consultar ningún libro, vuelven a renacer, aunque sea mínimamente, esas ganas que tuve antaño.
Hay infinitas cosas que desconocemos y muchos conceptos que ni tan siquiera nos paramos a pensar por pura pereza. Nos cuesta profundizar en las cosas del día a día y vamos pasando de puntillas sin querer indagar más en lo que nos acontece.
Por no hablar de lo importante y beneficioso que resulta leer novelas de alguno de los grandes autores que existieron y existen aún hoy en día.
Me encanta leer y aprendo mucho con ello. Ojalá tuviera más tiempo para dedicarle a los libros del que ahora mismo dispongo.
Tal vez no llegue a tener nunca una biblioteca en casa ni llegue a saber tanto como realmente me gustaría pero no será por falta de ganas.

Como dice el dicho, el saber no ocupa lugar. Y tampoco entiende de edades, o sino que le pregunten al hombre que está frente a mi: debe tener más de ochenta años y ayer empezó un libro de medio palmo y estoy seguro que hoy se lo acaba.

lunes, 27 de abril de 2009

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 10)

En la puerta del hostal había una pareja de rumanos discutiendo. Al parecer ella se había dejado alguna cosa en el coche por los gestos que hacía.
Aquí en la biblioteca veo a lo lejos a dos niños marroquíes de unos 10 años. Se plantan delante de un ordenador cada uno y se pasan la tarde mirando videos de agresiones, de tortazos, de accidentes y de peleas. Las dos veces que vine antes estaban justo en el mismo sitio los dos.
Ambos se tronchan de la risa y la bibliotecaria les llama la atención constantemente de una manera muy suave. Debería echarlos a la calle para ver si así escarmientan.

Tres niñas suramericanas intentan estudiar entre tanto escándalo y van murmullando entre ellas. No entiendo ni la mitad de las palabras que se dicen porque tienen un dialecto muy cerrado.

Frente al mostrador hay un africano que intenta decirle algo a las dos bibliotecarias pero no lo consiguen entender. Los tres van riéndose pero no logran llegar a nada.

Supongo que estas situaciones ayudan a que aún me sienta más extraño.

domingo, 26 de abril de 2009

Beefeater con limón

El día se alzaba con muchas dudas. El último beso antes de levantarte de la cama me confirmaba que ayer bebiste Beefeater con limón. El futuro es como este cielo tan soleadamente grisáceo. Ahora tienes que nutrirte del pasado. La sangre aún me va demasiado rápido. La mente no me funciona. Corro el severo riesgo de seguir errando sin pausa y sin meta. No quiero darte algo que no necesites. Eres una herida abierta que cicatriza muy lentamente. Échame a mi la culpa de todo lo que quieras ahora que puedes hacerlo. Sabes que todo acabará bien. Te lo dice el corazón y el azul inquieto del mar. Todo irá bien y serás feliz porque, a pesar de mi, mereces la felicidad y ella te sabrá corresponder. El reloj se encargará de aniquilar a todos los escombros.

Boda

Dicen que hay dos momentos que no pueden olvidarse nunca. El primero se da cuando nace tu primer hijo y el segundo es el día de tu boda.
Vosotros dos ya habéis experimentado tanto uno como otro.
Yo, en cambio, no he vivido ninguno de los dos pero intuyo como se puede sentir alguien que se casa después de lo que vivimos todos los que os acompañamos en el día de ayer.
Sólo puedo volveros a dar la enhorabuena y desearos toda la suerte del mundo en este nuevo reto.
Para mi también ayer fue un día inolvidable.

viernes, 24 de abril de 2009

Diario de un manresano casional (Capítulo 9)

He llegado al presunto ecuador ficticio que marca mi estancia en Manresa. El punto intermedio que existe en casi todas las cosas que conocemos. Ese momento que nos posa en el umbral que esboza una línea imaginaria entre el bien y el mal, entre el hoy y el mañana, entre tú y yo.
Aviso: Mañana no subiré ningún post porque estaré todo el día en una boda. Supongo que haré lo que se suele hacer en esos sitios.
Nos vemos el domingo. O quizá antes.

jueves, 23 de abril de 2009

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 8)

El día del libro contra la rosa. El hombre contra la mujer o la mujer contra el hombre.
Rosas rojas, azules, multicolores. Libros de hoy, de ayer, de segunda mano. Calles repletas de paraditas y de gente paseando arriba y abajo.
Aquí son más baratas que allí, este libro si vienes mañana te vale la mitad, estas son más grandes que las de enfrente, no sé para que voy a regalarle un libro si no va a leérselo, no me des esa de ahí "que está muy abierta".
Me gusta Sant Jordi porque creo que tiene alguna cosa especial. Sobretodo me encanta ver a los niños montando su parada de buena mañana y empaquetando las rosas. Hoy a las siete y media de la mañana el paseo en el que se encuentra la oficina ya se veía mucho movimiento de comerciantes montando los tenderetes con los libros y las rosas.
Además, es una festividad que nace de una leyenda muy curiosa y que sirve, en principio, para fomentar la lectura.
A mi nadie me ha regalado ningún libro y yo tampoco he regalado ninguna rosa. Estar tan lejos de casa evita que estos días tengan que ser como realmente son y ni regalas ni te regalan. Lo siento. Toda la culpa es mía. El año que viene no volverá a pasar.

Sant Vicenç de Castellet, 23 de abril de 2009.

miércoles, 22 de abril de 2009

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 7)

Por fin he conseguido conectarme a Internet. Realmente era más fácil de lo que parecía y al final la biblioteca ha sido el sitio elegido.
Tanto aburrimiento ha podido conmigo y después de trabajar y coger el tren para volver al hostal, he decidido pasarme por la biblioteca y preguntar si tenían red inalámbrica.
Ya sé que dije que iría a hacer footing si me encontraba mejor pero este descubrimiento ha sido demasiado fuerte para mi.
La bibliotecaria me hecho un carné un poco cutre y me ha dado las instrucciones necesarias para poder usar Internet. Seguidamente, he ido casi corriendo al hostal y en menos de cinco minutos ya estaba aquí con el portátil encendido.
La biblioteca es bastante pequeñita pero a mi ya me sirve. Además, tampoco hay mucha gente así que se está tranquilo. Algún que otro niño corretea y grita por los pasillos pero los guantazos de las madres sofocan cualquier incendio.
En media hora o así me iré a ver que hago antes de que se muera este miércoles. Supongo que cenaré alguna cosa y me pondré a ver el Barça.
Como se duele decir, mañana será otro día.

Biblioteca Salvador Vives Casajuana (Sant Vicenç de Castellet), 22 de abril de 2009.

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 6)

Parece que la crema hace su efecto y el dolor de pies mejora bastante. A ver si mañana no noto ninguna molestia y puedo irme a hacer footing un rato por la tarde.
Hoy he estado casi todo el día fuera de la oficina visitando diferentes estudios.
Básicamente he estado rodeando Montserrat durante toda la mañana por las villas que la circundan: el Bruc, la Pobla de Claramunt, la Torre de Claramunt, Capellades, Ódena, Igualada, Sant Salvador de Guardiola y no sé si me dejo alguna.
Todo esto ha sido gracias a mi GPS, ya que si no hubiera tenido uno habría sido totalmente imposible. En la oficina hay dos pero ambos estaban asignados para hoy así que me he tenido que buscar las habichuelas y ha salido bien porque he ido a todos los sitios que me tocaba.
Supongo que el hecho de darme una buena paliza de quilómetros ayuda a que ahora me encuentre bastante desganado. A eso hay que sumarle un cansancion mental importante que llevo arrastrando desde hace bastante tiempo y que provoca que no esté como yo quisiera. Me pesa todo y no respondo.
Presuntamente los cambios son buenos pero no sé si para mi éste lo está siendo. Es mi segunda semana aquí y me siento demasiado lejos de todo. De hecho ya me sentía así el primer día y sólo espero que pase este mes lo más rápido posible.
No quiero quemarme pero llevo mucho tiempo dando vueltas alrededor de una hoguera.

Sant Vicenç de Castellet, 21 de abril de 2009.

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 5)

Por fin consigo tener las piernas estiradas. O lo que yo quiero: que las plantas de los pies no toquen en el suelo. Y es que tengo un dolor muy fuerte entre ese punto y el tobillo. Creo que es tendinitis y eso sólo se cura con reposo, así que lo tengo complicado. Por el momento me pongo una crema que parece que me alivia un poco el dolor pero aún así me duele bastante. A ver que tal amanezco mañana porque en principio tengo que estar todo el día de visita así que tendré que intentar recuperarme lo antes posible.
Tampoco creo que haga nada especial en lo que queda de día. Imagino que iré a comprarme un bocadillo para cenar porque no tengo ganas de ir de restaurante ni de estar mucho por ahí esta noche.
Haber madrugado tanto esta mañana y este insoportable dolor de pies deben ser los culpables de mi falta de ganas de hacer alguna cosa útil, con lo cual creo que me ducharé pronto y me pondré a mirar la televisión.
He intentado piratear una red inalámbrica para poder conectarme a Internet pero no lo he conseguido. La informática no se me da demasiado bien.
Sigue lloviendo desde hace rato. Montserrat desde mi ventana. Una orquídea de plástico adorna mi habitación de la misma forma que tu sonrisa alumbra la noche.
Voy a soñarte hasta que suene el despertador. Cuídate mucho y no te marches todavía.

Sant Vicenç de Castellet, 20 de abril de 2009.

domingo, 19 de abril de 2009

Escapar

Demasiadas veces he pensado que era el momento de tomar una decisión trascendental que daría un giro total al curso de mi existencia. Demasiadas veces me he echado atrás. Uno mismo debe ser consciente de sus limitaciones y decir basta cuando no se pueda más. Hay que escoger un momento para hacer todo y no hacer nada, para encontrarse de nuevo.
Todas las presuntas grandes decisiones son ridículas. Ahora sólo cavilo la manera de hallar un instante para escaparme de todo y de todos. Debería encontrarlo. Querría saber como.

sábado, 18 de abril de 2009

Cuando el sol se va

Quizá el añoro del mañana me traiga un vestigio de ti cuando, a la hora del crepúsculo, aún pueda retenerte. Retener la flor que duerme dentro de la tierra helada, retener la luz, el candor, el verso sublime que te besa el alma, retener la hoja donde escribo tu nombre prohibido, retenerte más allá de las murallas que nos separan, más allá de las palabras.
Quizá el añoro del mañana, el tiempo que vendrá, los amaneceres de primavera, la playa donde nos encontramos, el océano que no nos pertenece, el exilio de las verdades que faltaron por decirnos, la ténue mirada tras el lento goteo de los miedos.

Quizá el añoro del mañana, toda la sangre vertida, la deleznable distancia entre dos corazones ansiosos, el ahora y el hasta pronto, esta fe indestructible, la sonrisa de la luna cuando el sol se va.

viernes, 17 de abril de 2009

Rabia y nostalgia

Es la canción de amor que no te cantaré la que me inspira hoy mientras la luna crece tras la penumbra.
Son los días que no pensaste jamás los que provocan que me necesites más de lo que habías imaginado.

Es la ausencia y trae rabia y nostalgia mientras crees que todo ha sido demasiado injusto.

Son las mentiras que te perdoné las que hacen que ya no me quede casi nada.

Es el miedo que tienes el que te impide llegar a donde realmente te gustaría llegar.

Son los besos que no te daré y los amaneceres que no esperaremos abrazados en la playa desierta del futuro los que me inspiran.

La lluvia y el bosque. Los ojos de tu noche.

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 4)

Los viernes no se debería trabajar. No sirven para nada y hoy he vuelto a comprobarlo.
La gente tiene demasiadas ganas de irse a casa como para estar concentrada. Un garbeo, un escaqueo, otro garbeo y así hasta que sea la hora de irse.
Las previsiones del tiempo han dado lluvia para todo el fin de semana así que tendré que empezar a buscar planes que no sean al aire libre.
Aún ahora sigue lloviendo. Suerte que ya estoy en casa. Suerte que estoy más cerca de mi.

Platja d'Aro, 17 de abril de 2009.

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 3)

La suerte de ir con un coche de empresa es que no tienes que pagar nada. Es más, si llegas tarde y no encuentras aparcamiento puedes dejarlo en zona azul o en algún parking de pago sin ningún problema. Lo malo es salir pronto de tu casa con un coche de empresa por miedo a no encontrar sitio y llegar con demasiada antelación. Así que esta mañana a las siete y media estábamos los tres trabajando en la oficina.
Mi compañero de fatigas y yo estamos todo el rato preguntando por sitios para ir a comer. Los compañeros de trabajo, obviamente, nos van recomendando diferentes lugares para ir y nosotros vamos probando cada día un sitio distinto. El restaurante de hoy ha sido el mejor al que hemos ido hasta el momento. El menú costaba once euros y estaba un poquito lejos pero nos ha gustado mucho a los dos. Seguro que volveremos a ir otra vez.
Ya por la tarde, sobre las seis, hemos dicho basta y nos hemos vuelto al hostal. Hemos cogido el tren porque el coche de empresa se lo ha llevado un compañero. Como ya dije, el pueblo donde nos hospedamos no tiene mucha cosa pero está muy bien comunicado y en poco más de veinte minutos vas desde la oficina hasta el hostal.
Ha ido bien que cogiéramos el tren porque así le he podido enseñar a mi compañero donde está la parada por si algún día tiene que venir solo.
Ahora él se ha ido a hacer un poco de deporte (juega a balonmano en un equipo) y hemos quedado a las ocho y media para buscar algún sitio y cenar alguna cosa sana.
Yo creo que lo de hacer footing lo dejaré para la semana que viene. Me hubiera ido con él pero este tiene pinta de ser una bestia del maratón y yo voy a mi ritmo, así que he preferido descansar un poco este rato.
Y así se acabará la primera semana manresana. Ha estado bien, sinceramente. Hace mucho calor. Bebo otro trago de agua. Pongo otra canción mientras la tarde languidece sin más remedio.
Mañana a las tres en punto de la tarde saldremos disparados con mi coche los dos para nuestros respectivos pueblos. No sé si tiene más ganas de llegar él o yo pero llegaremos. No te preocupes. Y, sobretodo, no te preguntes más porque sigo escribiendo si no va a leerme nadie. No lo sabrás nunca.

Sant Vicenç de Castellet, 16 de abril de 2009.

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 2)

Eran las siete y veinte cuando salía del hostal. Había niebla y llovía débilmente. Suerte que cogí el paraguas.
En cinco minutos de reloj me planté en la estación de tren y es que ayer decidí que éste sería mi medio de transporte para ir cada día hasta la oficina, ya que una compañera de trabajo me convenció porque ella hacía lo mismo cuando vivía en este pueblo hasta hace unos meses.
Y tenía razón: el tren sale a las siete y treinta y cinco minutos y en diez más te deja en Manresa y desde la parada sólo hay unos cinco minutos caminando hasta la oficina, así que aún me ha sobrado tiempo y la verdad es que he venido muy bien.

Una vez ahí he ido aprendiendo un poco más aún el método de trabajo que tienen y que me cuesta bastante asimilar debido a que todo el proceso que yo llevaba a cabo antes totalmente solo, aquí lo realizan unas cuatro o cinco personas, con lo cual adaptarme es complicado. De todas formas, me he ido quedando con más cosas que creo que me serán útiles durante este tiempo.
He tenido bastante faena y se me ha pasado muy rápido el día. Además, hoy han venido a ayudar dos compañeros que han llegado de mi futura destinación y con los que, además, también comparto hostal y el resto del día que no estamos trabajando también estamos juntos.
Así pues, una vez hemos acabado la jornada, hemos ido hasta el hostal con el coche de empresa con el que han venido. Les he guiado un poco por el pueblo, tal y como hizo ayer conmigo mi compañera de trabajo, y hemos estado toda la tarde dando tumbos hasta que hemos entrado en un bar para tomar algo y sin darnos cuenta nos han dado las 9 de la noche, con lo cual hemos buscado un restaurante para cenar algo en condiciones. Después de mucho caminar hemos ido a parar al restaurante que está justo al lado del hostal y ahí nos hemos quedado.
Acabo de ducharme hace diez minutos. Voy a ver que hacen en la televisión y a acostarme porque mañana subimos los tres con el coche de empresa y hemos quedado a las siete y cuarto para ver si encontramos un aparcamiento decente.
Son más de las once de la noche y no tengo ni pizca de sueño. Me alegro de haber escuchado tu voz hace un rato. No sabes cuanto. Te echo muchísimo de menos.

Sant Vicenç de Castellet, 15 de abril de 2009.

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 1)

A las 5:45 de esta mañana sonaba el despertador. Vestirme, asearme, un Actimel y un vaso de zumo de limón. A las 6 ya tenía el coche arrancado y el GPS dándome instrucciones.
Sobre las 7:30 llegaba a Manresa. Al menos he tenido suerte y he aparcado rápido y sin tener que hacerlo en zona azul o en algún lugar raro. Después de dar una vueltecita a pie para reconocer un poco el terreno, a las 8 en punto entraba a la oficina.
Una vez ahí he conocido a los que serán mis compañeros durante este tiempo y me han dado faena para ir haciendo. Tengo la suerte de ser alguien bastante amigable y que no es tímido en ese sentido. Como me dijeron un día, puedo hacer amigos hasta en un entierro.
He desayunado y he comido con algunos de ellos y los he podido conocer un poco. Ha sido una buena toma de contacto y los próximos días ya iremos conociéndonos más.
A las 17:30 he acabado mi jornada. No soy de los que se quedan más tiempo del que estipula su contrato. Por varios motivos que ahora no voy a enumerar, pero no lo hago nunca. Me han dado las instrucciones para ir hasta el hostal, me he despedido hasta el dia siguiente y he ido a buscar el coche (estaba igual que esta mañana, por suerte) para ir a la pensión.
El hostal está en Sant Vicenç de Castellet, a unos 11 quilómetros (según el GPS) de la oficina. Es un pueblo que ya exploraré en los próximos días. Por lo pronto sé donde está la parada de autobús, un restaurante, el colegio, la estación de tren y la plaza donde hacen el mercado semanal.
Una vez ahí, me han atendido muy amablemente y me han enseñado la habitación que me corresponde, así como el resto del hostal. Es una habitación que está mejor de lo que yo me esperaba, sinceramente. He deshecho la maleta y me he instalado tranquilamente.
Iría a dar una vueltecita pero la verdad es que estoy bastante cansado y creo que lo dejaré para otro día. Además, como mi madre no podía dejarme ir de casa sin hacerme algo de comer, tengo un bocadillo y una botella de agua para pasar lo que queda de día así que ya es suficiente.
Ahora voy a afeitarme, a ducharme y a ver el Barça en la televisión que tengo en mi habitación y que no esperaba, ni mucho menos, tener. Me siento lejano. Me siento raro. Mañana será otro día.

Sant Vicenç de Castellet, 14 de Abril del 2009.

lunes, 13 de abril de 2009

Diario de un manresano ocasional (Prólogo)

Lunes de Pascua. Último día de Semana Santa. Último día de estas cortas y siempre merecidas vacaciones.
A partir de mañana estaré en Manresa durante un mes por motivos de trabajo y dudo que en el hostal donde me aloje tenga conexión a Internet, así que no sé si podré seguir subiendo posts a diario.
Ya buscaré alguna alternativa para poder conectarme.
He intentado hacerme con algún dispositivo móvil para tener acceso a Internet (rollo USB prepago) pero todos llevan un contrato de permanencia de unos cuantos meses y la verdad es que no me interesa mucho.

Sea como fuere, cuando tenga un rato libre en la oficina, intentaré ir colgando los escritos que vaya acumulando en mi portátil.

Mi idea es hacer de este blog un minidiario personal durante el tiempo que esté en Manresa e ir explicando tan bien como pueda como son mis horas, mi aislamiento, mi nuevo momento.
En definitiva, seré un egoísta bastante egocéntrico que relatará sus vivencias de cada día mientras dure todo esto.
Las maletas están hechas y la suerte está más que echada. Espero que os guste.

domingo, 12 de abril de 2009

Fachadas de sonrisas

Hace tres días que no veo el crepúsculo. Recuerdo que el último sol de la tarde pintó las fachadas de sonrisas. Nubes anónimas se acercan y se alejan cómplices del horizonte. Chispea a ratos. Empiezo a comprender la nulidad de todos los afanes. Un arbusto que se mece errante, hoja tierna de un verde más que tímido. Los pasos infinitos. Las notas de la vieja guitarra. La luna y yo hace días que te esperamos. Vuelve pronto. Tengo muchas cosas que decirte.
Hace tres días que no veo el crepúsculo. Tanta lucha para sentirnos vivos. Tanta lucha para sentirnos libres. Tanta lucha. A lo mejor el instante es necesario. A lo mejor la inútil mirada. Ahora. Ahora mismo. Y si lloras, sigue llorando de noche. Las estrellas sabrán por qué no eres feliz.

sábado, 11 de abril de 2009

Suicidarse

Lo he dicho muchas veces: me parece perfecto que la gente se suicide. Me cuesta imaginar un acto más liberador que el de quitarse la vida por voluntad propia. Los motivos los sabrá cada uno.
Hay suicidios cotidianos: el aburrimiento, la resignación, la eyaculación, el escepticismo, la escritura, la desesperación...
El valor de la vida en sí mismo es relativo, todo depende de lo que le pidamos.
No me vale que me digan que es de cobardes irse y dejar a los demás todo el peso de lo venidero porque no es cierto. Por esa misma razón, uno tampoco tendría derecho a morir.
El día que la vida me aburra, antes de resignarme o desesperarme, escribiré un epitafio con sangre caliente y me pelaré. Que conste en acta. La vida tampoco merece tantos miramientos.

viernes, 10 de abril de 2009

Una mentira

El cielo es una mentira de nubes agrietadas. El atardecer se esfuma entre los páramos. He empezado a comprender la soledad. He empezado a aceptar que no hace falta hacer ningún esfuerzo. Cualquier acción humana es una violencia contra la realidad. Mejor no hacer nada. Mejor no esperar. Mañana será más o menos igual. El mismo cielo. Los mismos páramos. La misma soledad. Las mismas palabras talmente espejismos que nos entretienen mientras se acerca la muerte. Dejaré que la noche me atraviese el corazón. Mañana como hoy. Sin ti. Sin mí. Sin dioses. Sin palabras. El cielo es una mentira de cometas minúsculos. El sol se despide más enrojecido que nunca. Su sonrisa. Mi silencio. La felicidad es esta suave sensación suave en la que sobran todas las palabras.

jueves, 9 de abril de 2009

Doble o nada

Aquí dejo un soneto de un buen libro de poemas cortos: Ciento volando de catorce, de Joaquín Sabina. En honor a un gran cantautor. En honor a un tremendo maestro de las letras.

Doble o nada

Doble o nada a la carta más urgente
sin código, ni tribu, ni proyecto,
mi futuro es pretérito imperfecto,
mi pasado nostalgia del presente.

No tengo más verdad que la que arrasa
corrigiendo las lindes de mis venas.
Por diseñar castillos sin almenas
perdí, otra vez, las llaves de mi casa.

Veranos de buen vino y mala sombra,
de confundir enanos con molinos,
de viajar al abismo con alfombra.

Es hora de volver al autopista,
por donde van, burlando sus destinos,
el zángano, el adúltero, el ciclista.





Semana Santa

El Cristo del Gran Poder. La virgen de Lourdes. La madrugá. La danza de la muerte. Costaleros. Música ancestral. Látigos y cirios. El asqueroso y nauseabundo dolorismo cristiano.
En la España del siglo XXI aún seguimos con la tauromaquia y la religión a cuestas. Dos rémoras nefastas para el tan ansiado progreso que debiéramos ir experimentando poco a poco para, al menos, ponernos a la altura de muchos países europeos que están mucho más adelantados en lo que a pensamiento se refiere y que mucho me temo que van a seguir cogiéndonos metros.

No me enorgullece vivir en un país donde la muerte de un animal es su mayor fiesta nacional y tampoco me motiva pertenecer a una sociedad en la que aún se sigue creyendo que existe un hombre por encima del bien y del mal.

Mientras existan las corridas de toros y el amor inconmensurable por los invisibles Dioses antiguos, no habrá avance posible.

Obviamente, he comido carne toda la Semana Santa y desconozco el significado de la Cuaresma. Tampoco entiendo como hay gente que llora por tocar a una presunta virgen o que se mueren de ganas de hacerse añicos la espalda por llevar a su Dios a cuestas. Perdón por mi ignorancia pero no lo puedo entender.

Karl Marx dijo que la religión es el opio del pueblo. Yo añadiría que también es el refugio de los subnormales.

miércoles, 8 de abril de 2009

Despedida

Vaya por delante que odio a muerte las despedidas. Sin embargo, voy a sufrir unas cuantas de aquí en adelante y es muy probable que la de hoy sea la más dolorosa, la más repugnante, la más complicada.
Demasiados cambios en tan poco tiempo. Demasiadas cosas para asimilar con tanta rapidez. Un cambio de aires momentáneo, una vuelta a casa provisional y un destino definitivo. De Girona a Manresa, de Manresa a Girona y de Girona a Palafrugell. Un mes, otro mes y para siempre.

Tengo que hacer unos cuantos cambios de chip con celeridad. No sé si podré con ello pero seguiré fiel a mi manera de ser y volveré a arriesgarme.
No quiero irme de aquí sin decir lo que dejo o lo que me llevo. Puedo resultar empalagoso y/o peliculero pero me alegro de haber estado trabajando durante dos años con la misma gente. No os nombraré a riesgo de olvidarme de alguien pero todos sabéis quienes sois. Os dejo todo lo que queráis cogerme y me llevo todo lo que dejéis que me lleve. Difícilmente podré estar mejor que en mi casa pero tengo que intentarlo. Hay demasiadas cosas que mejorar, muchas cosas que cambiar. Y el tiempo pasa demasiado rápido...
Os pido disculpas por todo lo malo que os haya podido hacer o simplemente por mi odiosa forma de ser.
Os doy las gracias a todos por ser tan buena gente. Y sobretodo a ti, por todo.

Cuidaros mucho y portaros bien.

Nos vemos dentro de un mes.

El tito Iván.

martes, 7 de abril de 2009

Demasiado inútil

Cualquier indocumentado puede abrir un blog y decir lo que quiera. Cualquier cretino puede insultar impunemente. La red favorece esta libertad. Por eso, el autocontrol es fundamental. No estoy hablando de faltas de ortografía ni de incongruencias sintácticas, sino de una ética de mínimos, de los límites imprescindibles que tendrían que configurar cualquier personaje virtual. Los anónimos se autodescalifican a sí mismos. La crítica debe ser argumentada, razonada. Los insultos sobran. Diálogo y respeto deben ir juntos. El indocumentado tendría que documentarse. El que hace faltas tendría que corregirlas. El anónimo tendría que firmar con su nombre y dar la cara o dar un pseudónimo y no faltar al respeto. El insultador tendría que callar o si más no, usar el humor sutil, la ironía. Sé que este post es inútil, demasiado inútil. Lo que es no tiene nada que ver con lo que tendría que ser, ya lo sé, pero quería dejar constancia.

lunes, 6 de abril de 2009

Y el beso que inventas cada día


"Pero que me quedes tú,
me quede tu abrazo
y el beso que inventas cada día"

Shakira - Que me quedes tú

David vs Goliat

Te preguntas si realmente mereció la pena. ¿Aún tienes dudas? Nunca sabes hasta donde pueden llegar las consecuencias de tus actos por insignificantes que sean. David abatió a Goliat de puñetera casualidad. La santísima Biblia está llena de milagros increíbles. ¿Que una miserable hormiga puede hacerle cosquillas a un elefante? ¿Eso crees? Te aseguro que aquella mariposa que aleteó en la Isla de Pascua no fue la que provocó la caída de las Torres Gemelas. No seas imbécil. Deja de pensar en ti. ¿Hay algo que sea serio? ¿Lo es la literatura? ¿Hay algo que valga la pena? Escribes un blog y crees que ya perteneces a la aristocracia digital. ¿Sabes cuantos blogs hay en el mundo? Te preguntas si todo valió la pena cuando estoy harto de decirte que aquello a lo que llamamos "amor" no es otra cosa que un espejismo que se interpone entre dos soledades. Fin de esta maldita historia. ¿Qué dices que te gustaría encontrar en esta vida? Te he escuchado a la primera. No quiero que me lo repitas otra vez. No le des más vueltas. Eres un escritor pésimo. Hazme caso: vete.

domingo, 5 de abril de 2009

No quiero saberlo


"No quiero saberlo. Llevároslo todo. Dejadme el silencio"

Marea - A la mierda primavera

Todo es contingente

Todo. No te hagas ilusiones. No hay ningún ser necesario. Eso que algunos nombran Dios es solamente una palabra cargada de miedo. Una palabra o una quimera cubierta de suposiciones aberrantes. La causa de todas las causas es otra causa también contingente, azarosa, fortuita, innecesaria, que nutre la cadena infinita de dudas insolubles. Todo es contingente. No te fíes de lo que es intangible. Sospecha de las palabras irrelevantes, asépticas, inoloras, insípidas... La contingencia nos define. Lo que ahora es, de aquí a un rato podría dejar de ser. Podría, por ejemplo, borrar este blog ahora mismo. Podría pensar que me sigues mintiendo. Podría suicidarme. Podría olvidarte definitivamente. ¿Qué importancia puede tener, entonces, todo esto que, tarde o temprano, dejará de ser sin remedio? Una importancia efímera, incierta, aleatoria. No, no te hagas ilusiones. Todo es contingente. Todo. Tú también.

sábado, 4 de abril de 2009

Cuando yo quiera


"Aunque trates de olvidar nunca podrás porque
tu vida la tengo toda en mi poder y si no has
vuelto es porque yo no he querido todavía"

Manolo García - Cuando yo quiera has de volver

Con un abrazo


Sigues estando demasiado lejos y así es muy complicado poder hacer algo. Apareces y desapareces a tu antojo, como evadiéndote del resto, desintegrándote entre el todo. Controlo todos y cada uno de tus movimientos pero parece que no soy tan bueno como creía. Sabes que puedes huir todas las veces que quieras, en serio, pero yo voy a seguir buscándote. Tengo fuerzas para eso y para todo lo que me pongas por delante. Y ahora más todavía, que sé que con un abrazo puedo hacerte muy feliz.

viernes, 3 de abril de 2009

El secreto mejor guardado


Hallar la equidistancia justa, el equilibrio exacto entre tu ser y tu estar, entre tu ser y el ser de los demás, manteniendo tu individualidad intacta sin atentar contra las individualidades ajenas. Aquí está el secreto de la libertad, el secreto del amor, el secreto de la felicidad, el secreto de la existencia renacida, el secreto de todo.

jueves, 2 de abril de 2009

Redundancia

Dices que me he convertido en un pseudoescritor repetitivo y vulgar. Dices que cada vez te interesa más la gente original que haga cosas de provecho para la sociedad.
Y tienes toda la razón del mundo. No se puede ser genial cada día. No se puede ser sublime cada día. No se puede ser original cada día.
Soy como cualquier otro, ya lo ves. No espero nada especial de la vida y la vida tampoco espera que yo sea especial para ella. Tercera ley de Newton.
Me da la sensación de que pides mucho, que esperas mucho, que sueñas mucho. Tienes todo el derecho del mundo a pedir, esperar y soñar; pero también tienes el derecho de demostrar que tú no te repites y no eres vulgar, que tú puedes ser muy original y puedes hacer muchas cosas de provecho para la sociedad.
Ya sabes que confío en tí. Ya sabes que creo en ti. Ya sabes que tienes mi apoyo más absoluto.

miércoles, 1 de abril de 2009

El súmmum del poder


Lo contrario a la violencia es la ternura. Sale más a cuenta seducir que violar. Palabras disparo. Palabras vaselina. La estrategia de los deseos insatisfechos. El cálculo de las probabilidades factibles. Seducir tiernamente con las palabras. El súmmum del poder.