Los pies de plomo deberían ser obligatorios para toda la gente que vive tan feliz. La despreocupación es el paso previo al desamor. La desidia, la apatía o el pasotismo deberían estar penados severamente.
El problema es cuando los que tienen que dar ejemplo no lo hacen. El profeta puede serlo en su tierra siempre y cuando se lo proponga pero no se lo crea, que quede claro. Valores fundamentales y otrora importantísimos como la responsabilidad o el respeto están en grave peligro de extinción. Se empieza por "pasar del tema" y se acaba por olvidar que estamos aquí para algo. No es un buen momento para no querer.
Es mejor mirar desde la ventana o pensar livianamente. Que se aplique el prójimo o que inventen ellos, como dijera Miguel de Unamuno. Lo que sucede es que el reloj corre igual para todos y algunos aún no se han enterado.
Un sistema caótico. Pequeños errores que derivan en grandes catástrofes. Yo me quedo en casa. Que lo haga otro. Un futuro incierto junto a una sociedad opaca. El comportamiento errático de un sistema que se balancea a sí mismo. El efecto mariposa.
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