domingo, 17 de mayo de 2009

Como las hormigas o las ratas

Los demás no saben nada. Los demás nunca saben nada. Te miran, te observan y únicamente ven una fachada que decoran con prejuicios e hipotesis. Elaboran conceptos a partir de perspectivas obtusas y creen tener la solución del rompecabezas. Resbalan sobre la piel, no saben nada de lo interno. No hagas el esfuerzo de explicarte, no vale la pena. Entenderán lo que puedan y lo que no entiendan lo especularán. Sus vidas son tan míseras que necesitan hablar de ti. Son la manada que bala cuando se hace de noche porque les asusta la luna llena. Se reúnen y se hacen fuertes contra aquel que no sigue sus creencias. Nacen, crecen, se reproducen y mueren sin pena ni gloria, como las hormigas o las ratas. Tú haz tu vida. Huye de la muchedumbre. Si te insultan, escóndete. Si te ensalzan, escápate. Ama a la soledad y a los crepúsculos. Que sólo la noche conozca tu sombra. Los demás no saben nada. Los demás nunca saben nada.

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