miércoles, 22 de abril de 2009

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 7)

Por fin he conseguido conectarme a Internet. Realmente era más fácil de lo que parecía y al final la biblioteca ha sido el sitio elegido.
Tanto aburrimiento ha podido conmigo y después de trabajar y coger el tren para volver al hostal, he decidido pasarme por la biblioteca y preguntar si tenían red inalámbrica.
Ya sé que dije que iría a hacer footing si me encontraba mejor pero este descubrimiento ha sido demasiado fuerte para mi.
La bibliotecaria me hecho un carné un poco cutre y me ha dado las instrucciones necesarias para poder usar Internet. Seguidamente, he ido casi corriendo al hostal y en menos de cinco minutos ya estaba aquí con el portátil encendido.
La biblioteca es bastante pequeñita pero a mi ya me sirve. Además, tampoco hay mucha gente así que se está tranquilo. Algún que otro niño corretea y grita por los pasillos pero los guantazos de las madres sofocan cualquier incendio.
En media hora o así me iré a ver que hago antes de que se muera este miércoles. Supongo que cenaré alguna cosa y me pondré a ver el Barça.
Como se duele decir, mañana será otro día.

Biblioteca Salvador Vives Casajuana (Sant Vicenç de Castellet), 22 de abril de 2009.

No hay comentarios:

Publicar un comentario