domingo, 26 de abril de 2009

Boda

Dicen que hay dos momentos que no pueden olvidarse nunca. El primero se da cuando nace tu primer hijo y el segundo es el día de tu boda.
Vosotros dos ya habéis experimentado tanto uno como otro.
Yo, en cambio, no he vivido ninguno de los dos pero intuyo como se puede sentir alguien que se casa después de lo que vivimos todos los que os acompañamos en el día de ayer.
Sólo puedo volveros a dar la enhorabuena y desearos toda la suerte del mundo en este nuevo reto.
Para mi también ayer fue un día inolvidable.

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