
Quizá el añoro del mañana, el tiempo que vendrá, los amaneceres de primavera, la playa donde nos encontramos, el océano que no nos pertenece, el exilio de las verdades que faltaron por decirnos, la ténue mirada tras el lento goteo de los miedos.
Quizá el añoro del mañana, toda la sangre vertida, la deleznable distancia entre dos corazones ansiosos, el ahora y el hasta pronto, esta fe indestructible, la sonrisa de la luna cuando el sol se va.
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