martes, 28 de abril de 2009

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 11)

Estoy rodeado de libros. Geografía, astronomía, historia, ciencias, novelas, botánica, zoología.
Cuando era pequeño me gustaba pensar que algún día tendría una biblioteca en casa, un rincón especial lleno de palabras y poder disfrutar de ellas a cada momento. Supongo que no hace falta decir que ese sueño se fue desvaneciendo poco a poco hasta el día de hoy.

Hacía mucho tiempo que no visitaba una biblioteca y ahora, aunque no es para consultar ningún libro, vuelven a renacer, aunque sea mínimamente, esas ganas que tuve antaño.
Hay infinitas cosas que desconocemos y muchos conceptos que ni tan siquiera nos paramos a pensar por pura pereza. Nos cuesta profundizar en las cosas del día a día y vamos pasando de puntillas sin querer indagar más en lo que nos acontece.
Por no hablar de lo importante y beneficioso que resulta leer novelas de alguno de los grandes autores que existieron y existen aún hoy en día.
Me encanta leer y aprendo mucho con ello. Ojalá tuviera más tiempo para dedicarle a los libros del que ahora mismo dispongo.
Tal vez no llegue a tener nunca una biblioteca en casa ni llegue a saber tanto como realmente me gustaría pero no será por falta de ganas.

Como dice el dicho, el saber no ocupa lugar. Y tampoco entiende de edades, o sino que le pregunten al hombre que está frente a mi: debe tener más de ochenta años y ayer empezó un libro de medio palmo y estoy seguro que hoy se lo acaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario