jueves, 23 de abril de 2009

Diario de un manresano ocasional (Capítulo 8)

El día del libro contra la rosa. El hombre contra la mujer o la mujer contra el hombre.
Rosas rojas, azules, multicolores. Libros de hoy, de ayer, de segunda mano. Calles repletas de paraditas y de gente paseando arriba y abajo.
Aquí son más baratas que allí, este libro si vienes mañana te vale la mitad, estas son más grandes que las de enfrente, no sé para que voy a regalarle un libro si no va a leérselo, no me des esa de ahí "que está muy abierta".
Me gusta Sant Jordi porque creo que tiene alguna cosa especial. Sobretodo me encanta ver a los niños montando su parada de buena mañana y empaquetando las rosas. Hoy a las siete y media de la mañana el paseo en el que se encuentra la oficina ya se veía mucho movimiento de comerciantes montando los tenderetes con los libros y las rosas.
Además, es una festividad que nace de una leyenda muy curiosa y que sirve, en principio, para fomentar la lectura.
A mi nadie me ha regalado ningún libro y yo tampoco he regalado ninguna rosa. Estar tan lejos de casa evita que estos días tengan que ser como realmente son y ni regalas ni te regalan. Lo siento. Toda la culpa es mía. El año que viene no volverá a pasar.

Sant Vicenç de Castellet, 23 de abril de 2009.

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