viernes, 24 de abril de 2009

Diario de un manresano casional (Capítulo 9)

He llegado al presunto ecuador ficticio que marca mi estancia en Manresa. El punto intermedio que existe en casi todas las cosas que conocemos. Ese momento que nos posa en el umbral que esboza una línea imaginaria entre el bien y el mal, entre el hoy y el mañana, entre tú y yo.
Aviso: Mañana no subiré ningún post porque estaré todo el día en una boda. Supongo que haré lo que se suele hacer en esos sitios.
Nos vemos el domingo. O quizá antes.

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