lunes, 23 de febrero de 2009

No hace falta que vuelvas

No me gusta estar mucho tiempo en un mismo lugar. Siempre me voy habiendo dejado quehaceres pendientes. A pesar de que me muera por verte. Aunque me hastíe de esperar por ver brillar tus ojos.
Cada día aborrezco más echarte de menos. Las carreteras están muy heladas. Casi tanto como tu boca. Te llevaste demasiado lejos tu pelo. Y yo no sé que hago aquí. Tampoco sé donde estaré mañana.

El reloj parece que hoy tiene más prisa que de costumbre. Puedo volver a perderme y no saber si podré encontrarme. Sabes muy bien de que te hablo.

Aún no sé quien te lleva de su mano. Algún dia te arrepentirás de haberte marchado de esa manera tan detestable.

Mis pies bajan exhaustos por la cuesta de tu vida. Y los tuyos no han salido ni de tu casa. Ni eso has sabido hacer bien. Un millón de horas por ti, otras tantas para nada.

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