martes, 18 de agosto de 2009

Manías

Dormir con la persiana hasta abajo del todo y boca abajo. Cerrar la puerta de mi habitación durante toda la noche. Dejar sonar el despertador sólo una vez. Ponerme primero el calcetín y la zapatilla en el pie derecho. Mirar la televisión tumbado en mi cama. Quitarme el ayuno siempre con un trago de zumo. Ponerme la camiseta o la camisa justo antes de abrir la puerta para salir de casa. Subir las escaleras de dos en dos. Quitarme el reloj para trabajar. Ir al lavabo justo antes de empezar a desayunar y justo después de acabar. Poner el teléfono en silencio si entro a algún lugar público, sea cual sea. Santiguarme si paso en coche por algún sitio en el que se haya muerto alguien conocido. Lavarme las manos cada dos por tres. No cenar más tarde de las diez de la noche. Ducharme después de afeitarme. Poner gasolina cuando aún queda medio depósito. Alejarme de las casas que tienen perros en el jardín. Tirar a la basura todo lo que no sirva aunque deba guardardo por si acaso. Despedirme siempre diciendo "hasta luego". Llegar a las citas cinco minutos antes de la hora prevista. Aparcar siempre en el mismo sitio y a la misma hora. Lavarme los dientes justo antes de acostarme. No ir a la playa por las mañanas. Decir palabrotas cada vez que hago zaping y paso un programa del corazón. Dormir entre seis y siete horas. Ducharme por las noches. Mirar la cuenta bancaria cada sábado. Leerme cada día los cuatro periódicos deportivos más importantes del país por la mañana y por la noche. Vomitar en las medallas. Pensar en ti.

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