jueves, 20 de agosto de 2009

Arrogante - Prepotente vs Falso - Diplomático

He aprendido a no soportar a la gente a pesar de tener don de gentes. Resulta contradictorio pero lo cierto es que es así. Y es que la gente popular, que hay mucha, aprovechan ese estatus para creerse los reyes del universo y dedicar gestos y sonrisas de mentira a los demás. Eso es algo que no va conmigo.
Lo mismo sucede con la gente que hace años que no te ve y que entonces no quisieron cuentas contigo y ahora se acercan para restregarte que se han comprado un piso, que tienen un coche de escándalo o que ganan un sueldazo trabajando seis horas de lunes a viernes.

Siempre he sido alguien muy abierto y he conocido a mucha gente por allí por donde he pasado. Unas veces por obligación y otras por gusto, pero he tenido la oportunidad de explorar muchas vidas para acabar entendiendo que querer quedar bien con todo el mundo no sirve de nada.

No me gusta hacer el paripé cuando trato con personas que, por un motivo u otro, no me producen ningún sentimiento positivo. Lo siento pero estoy habituándome a no aguantar conversaciones cordiales que intentan disfrazar malos momentos pasados. Simplemente no me interesan.

Fingir no es lo mío, lo reconozco. Es por eso que sé que puedo resultar altamente estúpido y cargante pero es algo que no me quita el sueño, la verdad sea dicha.

Lo he dicho muchas veces y sigo manteniéndome en mi sitio. Arrogante y prepotente antes que falso y diplomático. De aquí a Lima. Mil veces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario