
En la primera etapa de este blog subí posts casi a diario, tal y como prometí. Queda claro, pues, que soy alguien que cumple su palabra, circunstancia extrapolable a todos los ámbitos imaginables de mi existencia.
Si prometo algo, lo cumplo. Si no voy a poder cumplir, no prometo nada. Hay mucha gente que debería hacer lo mismo. Si no eres capaz de mantenerte en tu sitio lo mejor es que te calles o que te escondas pero no incumplas tus palabras porque entonces es cuando mientes.
Ahora no prometo nada. No sé cada cuanto escribiré porque a lo mejor no vuelvo a aparecer por aquí. Será que no me lo tomo tan en serio como antes o que me he dado cuenta, tras todo este tiempo suicidado, que hay promesas, como dijeron Los Piratas, que ya no valen nada. Absolutamente nada.
Me alegro mucho que hayas vuelto!!
ResponderEliminarEscribir no tiene que ser una obligación diaria. No va a ser menos "serio" por darte la libertad de reposar y seguir cuando quieras.
Uno tiene que escribir cuando le apetece contar algo. Y tu siempre tienes historias profundas que contar!
Animo =)