martes, 14 de julio de 2009

Depilación

He ido a depilarme el pecho y la espalda hace un rato. No sé quien me manda meterme en estos líos y la verdad es que no sé porque me ha dado por ahí, pero el caso es que ya está hecho.
Ha sido una hora, aproximadamente, de cera, tirones y, para qué engañarnos, mucho dolor.
El resultado es una piel limpia de pelos pero bastante enrojecida, así que hay que confiar en el poder mágico que tiene el aloe vera y las cremas hidratantes que tiene mi madre por ahí.

Es la segunda vez que lo hago. La primera y única hasta el momento fue hace cuatro años y recuerdo que salí peor parado porque me dolió más (eso creo) y me costó más dinero que ahora.

No sé si repetiré, la verdad. Ahora mismo no lo volvería a hacer tal y como estoy en este preciso momento. Pero, conociéndome, quizá mañana cambie de opinión. Todo depende de lo que duren los pelos ahí escondidos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario