domingo, 10 de enero de 2010

Tu vida es una mierda

Hay que saber cuando se debe hablar. Hay que callarse la boca, que no es lo mismo que morderse la lengua. No hay que decirlo todo pero sí hay que pensarlo todo. Es indigno hablar sin saber. Asqueroso, patético, deleznable. Yo hablo de lo que sé y punto. No me meto en situaciones ajenas de las que sólo he escuchado medias verdades y a ratos. Nunca soy una tercera persona: o soy la primera o no soy ninguna. No soy un buen cliente para estos juegos. Habla de lo que sabes y del resto no hables. Cierra la boca y ocúpate de lo que acontezca en tu vida ¿O es que te metes en la mía porque tú no tienes? Mentira. Sí que tienes vida pero no te gusta, que es mucho peor. Es muy triste hallar consuelo a base de hurgar en lo que hacen o dicen las otras personas. Deja de malmeter a base de sacar basura por la boca. No te he llamado así que no te quiero ver cerca. Deja de olisquearme con esos fines tan dudosos y aparta tu malintencionada nariz de allá por donde yo pase. Yo no tengo la culpa de que tu vida sea una mierda.

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