sábado, 23 de enero de 2010

El camino

Unidireccionalmente, o sea, sin vuelta de hoja. Hacia el frente y con paso firme. Avanzando a pesar de todo y de todos. El cuello erguido y la vista fija. Obviando los oasis, las mentiras cegadoras que no quieren el bien. Las pupilas contraídas al máximo por culpa de un sol reluciente que alumbra los pasos. Siguiendo sin más. No hay bifurcaciones ni en el flanco diestro ni en el siniestro. No hay que dejarse engañar. Es el único posible. Es el camino.

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