martes, 31 de marzo de 2009

Dicen que no quieres de verdad...

Dicen que no amas de verdad a una persona hasta que no compartes con ella el cepillo de dientes. Queda claro, pues, que algunos confunden el amor con la marranería.
La confianza da asco. Mucha confianza da mucho asco. Toda confianza es realmente vomitiva, insoportable.

El amor no tiene nada que ver con el dentrífico o con el cepillo de dientes. El amor no tiene nada que ver con la confianza. El amor es una ficción compartida que dura mientras dura la capacidad fantaseadora de los implicados.
De hecho, hay enamorados que de tan enamorados que están, se olvidan de cepillarse los dientes y se limpian el culo a lametazos.

Disculpad la crudeza del relato, pero la vida es así de cerda, como el amor: asquerosamente pegajoso, antihigiénico, liberticida...

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