domingo, 18 de abril de 2010

Privilegiado

No sería capaz de soportarme ni siquiera por compromiso. Ni aunque fuera una hora, un minuto o un segundo. Es prácticamente imposible entenderme. Odio a la gente que es como yo, con esta forma de ser y con estos principios y sus respectivos finales. Tengo demasiadas rarezas y un carácter difícilmente clasificable y comprensible, cosa de la que no me enorgullezco pero que asumo por completo. A pesar de todo eso, voy comprobando día a día y con asombro que tengo amigos, enemigos y conocidos que me respetan, me siguen, me consienten e, incluso, me alaban. No sé que meritos he hecho para ello y tampoco sé porque conozco a tanta gente. Me reitero: sé que no me merezco absolutamente nada pero la vida se está encargando de tratarme como a un verdadero privilegiado.

3 comentarios:

  1. autoestima.
    1. f. Valoración generalmente positiva de sí mismo.

    Real Academia Española

    ResponderEliminar
  2. humildad.

    (Del lat. humilĭtas, -ātis).

    1. f. Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.

    2. f. Bajeza de nacimiento o de otra cualquier especie.

    3. f. Sumisión, rendimiento.

    Real Academia Española

    Me quedo con la 1º acepción. Es la que se adapta a lo que quiero decir.

    ResponderEliminar
  3. limitación.

    (Del lat. limitatĭo, -ōnis).


    1. f. Acción y efecto de limitar o limitarse.

    2. f. p. us. Término o distrito.

    3. f. ant. Límite o término de un territorio.


    Aveces nos autolimitamos sin darnos cuenta.
    Hay un dicho que deice: lo consiguieron porque no sabien que era imposible...

    ResponderEliminar