miércoles, 9 de diciembre de 2009

No te queda mucho tiempo para responder

La noche se agacha por encima de mí para obligarme a ser cómplice de la oscuridad. Me invade una tímida nostalgia de cometas resplandecientes. Las campanas dan las ocho de la tarde. Las escucho como me gustaría escuchar aullar a los lobos en este preciso momento. Todavía no sabes que va a pasar mañana. Yo tampoco lo sé. Todo lo que no te digo es lo que me hace ser. No, no estoy loco, créeme. Contemplo tu belleza intacta. La calle está totalmente desierta, casi tanto como tus labios desde que no llaman a mi puerta. Ni rastro de los gatos que cada noche rebuscan entre lo que pueden para llegar a la noche siguiente. ¿Aún no sabes que va a pasar mañana? Sé que estoy en medio de la nada pero también estoy muy cerca de todo.

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