lunes, 2 de noviembre de 2009

Volverá a salir el sol

Esta mañana ha llovido mucho. Que lloviese no sería ningún problema si no fuera porque la lluvia desvela el alma de las piedras. Una capa de nubes ha cubierto este techo incierto e imaginario durante todo el día. No tengo prisa para llegar a ningún sitio. Espero mi veredicto, a ratos sentado y a ratos de pie. No me preocupa demasiado, si te soy sincero. El olvido no es voluntario como tampoco es voluntario el recuerdo. Llueve. Mañana vendrás y volverá a salir el sol. El cielo es un calidoscopio de grises que hoy ha girado sin parar. Sigue lloviendo. Que lloviese no sería ningun problema si no fuera porque la lluvia tiene esa rara costumbre de ablandarme el corazón.

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