domingo, 20 de septiembre de 2009

En el silencio espeso de la madrugada

Existe un destino. En el silencio espeso de la madrugada, cuando coinciden los que van con los que vuelven, entre la resaca del alcohol y las sábanas, abro los ojos. No tengo sueño. No sé que hago despierto. No busco nada concreto y tampoco hallo nada fuera de lo común. Todas las pistas apuntan hacia un mismo objetivo. Señales extrañas que frecuentemente irrumpen de golpe fuera de cualquier lógica natural y humana. Cada biografia es un mapa. En el silencio espeso de la madrugada comprendo que, por encima de mis deseos y de mi voluntad, hay un guión que yo no he escrito. Existe un destino.

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