jueves, 2 de junio de 2011

Distancias insalvables

Podría seguir contemplando el impertérrito entramado de la añoranza, intentando hallar el resquicio que me guie a tus pupilas de nuevo tras la distancia. Porque el mañana sólo se irá cuando rompa el alba y ya nada podrá traerme tu voz ausente, ni la incierta plegaria impotente con la que te sueño. Recuerdos como espadas afiladas que infunden pavor y respeto, que podrían atravesarte sin más. Sonrisas impecables, inciertas e imposibles. Retales del tiempo que tuvimos. Pudimos ser todo pero no somos nada.

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