Desde mañana, 31 de diciembre, hasta el 10 de enero, ambos incluídos, disfrutaré de unas mini-vacaciones. Tengo que volver al "tajo" el lunes 11, así que tengo una semana y media para reponer fuerzas y hacer de todo menos trabajar.
Intentaré ir actualizando el blog aunque hay días que seguro que no apareceré por aquí, como el último día de este año o el primer día del año que viene, por aquello típico de la fiesta de uno y la resaca del otro.
Ojalá que para todos el 2010 sea mejor que el 2009.
Hasta el año que viene.
Ellos siempre creyeron que yo podía llegar. Yo aún no he llegado pero sé que ellos siguen creyendo que puedo. Si no fuese así, yo no podría ni tan siquiera intentarlo.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
martes, 29 de diciembre de 2009
Año 2009
Diez cosas del año 2009:
1. Mantengo mi puesto de trabajo
2. He vuelto a jugar a fútbol
3. Me he comprado una bicicleta
4. Murieron mis dos abuelos paternos y mi bisabuela materna
5. Escribí un diario desde Manresa
6. Me suicidé
7. El F. C. Barcelona ha ganado todos los campeonatos que ha jugado
8. Vi a Tote King en directo
9. Estuve en Tenerife de vacaciones
10. He abierto un blog
1. Mantengo mi puesto de trabajo
2. He vuelto a jugar a fútbol
3. Me he comprado una bicicleta
4. Murieron mis dos abuelos paternos y mi bisabuela materna
5. Escribí un diario desde Manresa
6. Me suicidé
7. El F. C. Barcelona ha ganado todos los campeonatos que ha jugado
8. Vi a Tote King en directo
9. Estuve en Tenerife de vacaciones
10. He abierto un blog
lunes, 28 de diciembre de 2009
Ex-universitario (y 3)
En cuanto acabé el primer curso, sabía que el segundo y el tercero podían ser iguales: si caía, lo haría con honor, dignamente. Y así fueron ambos años, muy similares entre ellos. Lo aprobé casi todo a la primera, exceptuando un par de asignaturas que se me cruzaron. Así pues, me pasé tres años estudiando y dando el callo, implicándome e hincando los codos como Dios manda. La verdad es que me sentía realmente bien con lo que estaba haciendo y veía que todo el esfuerzo tenía su recompensa.
A mediados del tercer año de carrera, tuve la suerte de encontrar un trabajo que se relacionaba con mis estudios. Empecé de becario a tiempo parcial en una oficina técnica y encima me pagaban. No podía quejarme ya que el ambiente era muy bueno y me organizaba las horas según me iban bien a mí. El problema es que ya iba bastante ahogado con trabajos y exámenes, con lo cual acababa los días realmente cansado. Recuerdo que a veces me marchaba del piso a las siete de la mañana y llegaba a las diez de la noche. Fue duro pero valió la pena porque aún hoy, tras más de dos años y medio, sigo trabajando (ya no soy becario) en la misma empresa, a pesar de la famosa crisis, y me gano bien la vida.
Una vez concluidos los teóricos tres cursos que ponían fin a la carrera, me quedaron tres asignaturas sueltas y el proyecto final, con lo cual tenía que estarme otro año más, aproximadamente, para dar por finalizada esta etapa universitaria. Lo peor ya había pasado y el fin se veía muy cerca, cada vez más cerca. Una de esas tres asignaturas me acompañaba desde el primer año de mi nueva carrera. Decidí ponerme a fondo con ella y con el proyecto durante los primeros cuatro meses para tener ambas cosas finiquitadas por allá por febrero. Las otras dos y los últimos coletazos del proyecto los dejé para junio. Lo tenía todo calculado y estaba casi convencido de que podía conseguirlo.
Así, el 9 de julio del 2008 presenté el trabajo de final de carrera, con lo que alcancé el último peldaño de la escalera que había empezado a subir hace más de tres años. Una parte de lo que soy es gracias a esos años. En el fondo, todo me ha servido de algo. No hay nadie que esté más orgulloso de mí que yo mismo.
A mediados del tercer año de carrera, tuve la suerte de encontrar un trabajo que se relacionaba con mis estudios. Empecé de becario a tiempo parcial en una oficina técnica y encima me pagaban. No podía quejarme ya que el ambiente era muy bueno y me organizaba las horas según me iban bien a mí. El problema es que ya iba bastante ahogado con trabajos y exámenes, con lo cual acababa los días realmente cansado. Recuerdo que a veces me marchaba del piso a las siete de la mañana y llegaba a las diez de la noche. Fue duro pero valió la pena porque aún hoy, tras más de dos años y medio, sigo trabajando (ya no soy becario) en la misma empresa, a pesar de la famosa crisis, y me gano bien la vida.
Una vez concluidos los teóricos tres cursos que ponían fin a la carrera, me quedaron tres asignaturas sueltas y el proyecto final, con lo cual tenía que estarme otro año más, aproximadamente, para dar por finalizada esta etapa universitaria. Lo peor ya había pasado y el fin se veía muy cerca, cada vez más cerca. Una de esas tres asignaturas me acompañaba desde el primer año de mi nueva carrera. Decidí ponerme a fondo con ella y con el proyecto durante los primeros cuatro meses para tener ambas cosas finiquitadas por allá por febrero. Las otras dos y los últimos coletazos del proyecto los dejé para junio. Lo tenía todo calculado y estaba casi convencido de que podía conseguirlo.
Así, el 9 de julio del 2008 presenté el trabajo de final de carrera, con lo que alcancé el último peldaño de la escalera que había empezado a subir hace más de tres años. Una parte de lo que soy es gracias a esos años. En el fondo, todo me ha servido de algo. No hay nadie que esté más orgulloso de mí que yo mismo.
domingo, 27 de diciembre de 2009
Ex-universitario (2)
No importaba haber estado a punto de aprobar si al final no había aprobado. En mi casa no sentó nada bien mi fracaso universitario. Pero a quien más le dolía, sin duda, era a mí. Nunca tuve problemas en clase, siempre aprobaba todo y con buenas notas, con lo cual todo esto era algo novedoso a la vez que fatal para mí y para mi entorno más cercano. Era obvio que algo debía cambiar de caras al nuevo curso. Yo necesitaba un cambio como fuera, no me veía capaz de soportar lo que tuve que aguantar tras consumarse ese inesperado fiasco. Fue un golpe psicológico duro, muy duro. Además, dejé la residencia donde me alojé casi todo el curso anterior y me fui a un piso junto con tres amigos más.
Tras pensarlo durante todo el verano (otra vez entre lavadora y lavadora), opté por dejar la ingeniería industrial y matricularme en ingeniería electrónica. Escudriñé un poco los planes de estudios de algunas titulaciones y el de ésta me atrajo más que cualquier otro, así que me decidí a dar el paso. Tenía mucha presión encima, no sólo la que venía de mi casa, sino también la que yo mismo me empeño siempre en cargar sobre mis espaldas. Presionarme me motiva para afrontar las cosas y esta vez me salió realmente bien. Hallé las ganas que me faltaron el año anterior y, exceptuando un par de asignaturas, el resto me eran de mucho provecho. Encontré el gusto por ir a clase, por estudiar y por dedicarle tiempo y empeño a la carrera. Los exámenes, tanto los parciales como los finales, me fueron muy bien. Creo recordar que suspendí 2 asignaturas de las 9 en las que estaba matriculado y que me convalidaron las 3 que aprobé el año anterior.
Fue un buen año, la verdad. La lástima es que iba más o menos con medio año de retraso por lo del curso anterior pero lo cierto es que era un castigo más que merecido. El panorama era diferente y mejor, mucho mejor.
Tras pensarlo durante todo el verano (otra vez entre lavadora y lavadora), opté por dejar la ingeniería industrial y matricularme en ingeniería electrónica. Escudriñé un poco los planes de estudios de algunas titulaciones y el de ésta me atrajo más que cualquier otro, así que me decidí a dar el paso. Tenía mucha presión encima, no sólo la que venía de mi casa, sino también la que yo mismo me empeño siempre en cargar sobre mis espaldas. Presionarme me motiva para afrontar las cosas y esta vez me salió realmente bien. Hallé las ganas que me faltaron el año anterior y, exceptuando un par de asignaturas, el resto me eran de mucho provecho. Encontré el gusto por ir a clase, por estudiar y por dedicarle tiempo y empeño a la carrera. Los exámenes, tanto los parciales como los finales, me fueron muy bien. Creo recordar que suspendí 2 asignaturas de las 9 en las que estaba matriculado y que me convalidaron las 3 que aprobé el año anterior.
Fue un buen año, la verdad. La lástima es que iba más o menos con medio año de retraso por lo del curso anterior pero lo cierto es que era un castigo más que merecido. El panorama era diferente y mejor, mucho mejor.
sábado, 26 de diciembre de 2009
Ex-universitario (1)
Hice la selectividad en junio del 2003. La realidad es que no estudié mucho porque sacando la nota mínima entraba en la carrera que yo quería estudiar: ingeniería industrial. Apliqué por primera vez la ley del mínimo esfuerzo y no me siento orgulloso, ni mucho menos. Aprobé, sí, pero no de la manera que yo quise. Para mí el fin nunca justifica los medios. Todo lo que he querido me lo he currado y en ese caso no fue de esa manera. Me hicieron un regalo que nunca merecí.
Al revés que muchos compañeros, para celebrar mi entrada en este nuevo mundo, me pasé todo el verano trabajando... y pensando en la Universidad, en esa presunta nueva vida, en estudiar para tener un futuro mejor, tanto en lo personal como en lo profesional.
A mediados de septiembre empecé la carrera. La Universidad me quedaba lejos de casa, a una media hora en coche. Precisamente en esa época me estaba sacando el carné de conducir, con lo cual tenía que buscarme la vida. El autobús era mi única salida. Teniendo en cuenta que de lunes a viernes empezaba las clases a las 8 de la mañana, tenía que coger un autobús bien temprano. Me levantaba cada mañana a las 6:30, cogía la moto hasta el pueblo de al lado y ahí el autobús a las 7:10. Tardaba unos 40 minutos en llegar y luego tenía 10 minutos más andando a buen ritmo hasta la facultad. Resumiendo, llegaba cada mañana a clase con el tiempo justo y sudando. A las 2 de la tarde acabábamos y tenía que ir corriendo y hacer el mismo recorrido que antes pero a la inversa. Llegaba a casa a eso de las 3, sin hambre y con ganas de meterme en la cama después del trote que me daba diáriamente.
Por suerte para mí y para mi cuerpo, el autobús y los madrugones se acabaron en un par de meses porque conseguí entrar en la residencia de estudiantes que estaba a 5 minutos a pie de la facultad. Gané mucho en comodidad porque lo tenía todo muy cerca. El domingo por la tarde me iba de casa y volvía el viernes al mediodía.
Lo que no se terminó nunca fue el aburrimiento de las clases. No encontré ninguna asignatura que realmente me motivara y/o gustara. Seguía aplicando la ley del mínimo esfuerzo pero los resultados no fueron los esperados. Los exámenes parciales de febrero los pasé de aquella manera, ni fu ni fa, regulín. Los exámenes de junio tampoco fueron mejor y el año se acabó con 3 aprobados y 5 suspensos, 3 de los cuales fueron con un 4. Eso no importó mucho, la verdad.
Al revés que muchos compañeros, para celebrar mi entrada en este nuevo mundo, me pasé todo el verano trabajando... y pensando en la Universidad, en esa presunta nueva vida, en estudiar para tener un futuro mejor, tanto en lo personal como en lo profesional.
A mediados de septiembre empecé la carrera. La Universidad me quedaba lejos de casa, a una media hora en coche. Precisamente en esa época me estaba sacando el carné de conducir, con lo cual tenía que buscarme la vida. El autobús era mi única salida. Teniendo en cuenta que de lunes a viernes empezaba las clases a las 8 de la mañana, tenía que coger un autobús bien temprano. Me levantaba cada mañana a las 6:30, cogía la moto hasta el pueblo de al lado y ahí el autobús a las 7:10. Tardaba unos 40 minutos en llegar y luego tenía 10 minutos más andando a buen ritmo hasta la facultad. Resumiendo, llegaba cada mañana a clase con el tiempo justo y sudando. A las 2 de la tarde acabábamos y tenía que ir corriendo y hacer el mismo recorrido que antes pero a la inversa. Llegaba a casa a eso de las 3, sin hambre y con ganas de meterme en la cama después del trote que me daba diáriamente.
Por suerte para mí y para mi cuerpo, el autobús y los madrugones se acabaron en un par de meses porque conseguí entrar en la residencia de estudiantes que estaba a 5 minutos a pie de la facultad. Gané mucho en comodidad porque lo tenía todo muy cerca. El domingo por la tarde me iba de casa y volvía el viernes al mediodía.
Lo que no se terminó nunca fue el aburrimiento de las clases. No encontré ninguna asignatura que realmente me motivara y/o gustara. Seguía aplicando la ley del mínimo esfuerzo pero los resultados no fueron los esperados. Los exámenes parciales de febrero los pasé de aquella manera, ni fu ni fa, regulín. Los exámenes de junio tampoco fueron mejor y el año se acabó con 3 aprobados y 5 suspensos, 3 de los cuales fueron con un 4. Eso no importó mucho, la verdad.
viernes, 25 de diciembre de 2009
Ya era hora

jueves, 24 de diciembre de 2009
Navidades

miércoles, 23 de diciembre de 2009
Escribir un libro

Siendo realista, ahora mismo no sabría ni por donde empezar; me falta la idea madre sobre la cual iniciar el proceso, el ambiente y el tema necesarios para desarrollar algo que vaya tomando forma poco a poco. Tengo los medios y, haciendo mil y una virguerías, estoy seguro de que encontraría el tiempo correspondiente para ponerme manos a la obra, pero siempre hay algo que me frena.
Es cierto que no soy muy imaginativo (el arte no es lo mío) y que la originalidad tampoco se me da muy bien, pero como dije antes, soy perfectamente capaz de emprender una aventura de esta índole. Podría contar una historia de un amor imposible o hablar de una vida triste y desoladora o inventarme un personaje peculiar o hasta crear un cuaderno con los apuntes de alguna de las asignaturas que cursé en la universidad.
Todo ello requiere ganas, tiempo y paciencia. Empezar es complicado. Seguir no lo es tanto. Todo se andará. Estoy completamente seguro.
martes, 22 de diciembre de 2009
Fugaz

lunes, 21 de diciembre de 2009
Liga de fútbol 7

Se juegan dos partes de veinticinco minutos, con lo cual, entre ducharnos y llegar a casa, nos dan más de las once y media de la noche para los que vivimos relativamente cerca. Está muy entretenido, la verdad.
Hay bastante competitividad y muchas ganas de jugar y, sobretodo, de pasarlo bien por parte de todos. A veces, incluso, creo que la gran mayoría nos lo tomamos demasiado en serio pero a mi ya me gusta.
En total hay trece equipos apuntados y, de momento, vamos octavos. Hay que decir que hemos jugado contra todos los, teóricamente, mejores equipos de la liga. Resumiendo: de ocho partidos jugados, hemos ganado tres y hemos perdido cinco, así que nos quedan cuatro partidos, contando el de hoy, para acabar la primera vuelta. Podría estar mejor pero de momento estamos contentos. Además, siempre vamos casi todos, haga frío o llueva a cántaros, con lo que queda demostrado que nos lo tomamos en serio. También entrenamos cada viernes durante una hora y media, aproximadamente.
A ver qué tal nos va hoy. Ganemos o perdamos, seguro que lo pasamos bien.
domingo, 20 de diciembre de 2009
Frío

sábado, 19 de diciembre de 2009
Cena de empresa

La comida en estos casos es lo de menos: lo que importa son las risas, las anécdotas y el hecho de estar fuera del trabajo con la gente con la que compartes tu trabajo.
Además, la cena de ayer me ha servido para batir un nuevo récord a la hora de levantarme tarde: a las doce y media he abierto los ojos. Eso sí, a las cinco y media de la madrugada me metía en la cama.
Así que hoy, obviamente, no sirvo para mucho, como cada día después de haber salido la noche anterior. Quería haber ido al gimnasio o haber salido en bicicleta pero entre unas cosas y otras me ha sido imposible. Lo que me conforta es que hoy no haré nada porque tengo excusa y que esa excusa ha merecido mucho la pena.
viernes, 18 de diciembre de 2009
jueves, 17 de diciembre de 2009
Ignorante por necesidad
Reconozco que a veces soy un ignorante pero lo soy sólo por necesidad, que quede claro. Primer paso: no se debe confundir la ignorancia con la prepotencia. Segundo paso: no hay que aparentar que todo nos importa porque no es cierto. De hecho, me implico de lleno con aquello que me toca directamente.
Podría hacer ver que todo me interesa, como mucha otra gente pero no veo la necesidad de mentir. Hay vidas en las que no pienso entrar. He aprendido a ignorar a las personas que no me aportan nada aunque ellos crean que me aportan algo. No es lo que más me gusta pero no tengo otra alternativa, al menos de momento.
Podría hacer ver que todo me interesa, como mucha otra gente pero no veo la necesidad de mentir. Hay vidas en las que no pienso entrar. He aprendido a ignorar a las personas que no me aportan nada aunque ellos crean que me aportan algo. No es lo que más me gusta pero no tengo otra alternativa, al menos de momento.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Una vez al año sí hace daño

Así pues, aproximadamente un mes repleto de calorías, reuniones familiares a cara de perro y gasto incontrolado y excesivo de dinero. El consumismo asqueroso y desmesurado está a punto de volverse a apoderar de todo el país. Las grandes superfícies se parapetan como pueden para poder soportar las embestidas de la gente.
El dicho popular dice que una vez al año no hace daño. La Navidad también se da una vez al año y, sintiéndolo mucho, sí que hace daño, sobretodo a los bolsillos.
martes, 15 de diciembre de 2009
Alrededor no hay nada
Joaquín Sabina - Alrededor no hay nada
El moño, las pestañas, las pupilas,
el peroné, la tibia, las narices,
la frente, los tobillos, las axilas,
el menisco, la aorta, las varices.
La garganta, los párpados, las cejas,
las plantas de los pies, la comisura,
los cabellos, el coxis, las orejas,
los nervios, la matriz, la dentadura.
Las encías, las nalgas, los tendones,
la rabadilla, el vientre, las costillas,
los húmeros, el pubis, los talones.
La clavícula, el cráneo, la papada,
el clítoris, el alma, las cosquillas,
esa es mi patria, alrededor no hay nada
lunes, 14 de diciembre de 2009
Bicicleta nueva (y 2)
domingo, 13 de diciembre de 2009
Bicicleta nueva

El ciclismo es, junto al fútbol y al tenis de mesa, mi deporte favorito y lo intento practicar con asiduidad. Que quede claro que me compro esta bicicleta porque la que tenía antes (me la regalaron y en la tienda costaba 100 euros) se murió el sábado pasado: se pincharon las dos ruedas y el cambio de marchas dejó de hacer su función. Me ha aguantado un año, aproximadamente, y la he amortizado de sobras. Mañana tendré una bicicleta nueva y tengo muchas ganas de salir con ella y con mis amigos el fin de semana que viene, llueva o haga frío. Y es que las bicicletas no siempre son para el verano.
sábado, 12 de diciembre de 2009
Otro mártir más

Numerosas personalidades la apoyan a diario en su patriotismo e incluso el Rey Don Juan Carlos se ha ofrecido para mediar e intentar hallar una solución, ya que ella se ha declarado en huelga de hambre y se mantiene con vida a merced de agua y azúcar.
Si obviamos, por un momento, que se trata de lucha por una causa más o menos justa, llegaremos a la conclusión de que todo este pasteleo es harto indignante. Con la cantidad de problemas que llevamos a cuestas, a mi juicio mucho más importantes, como la falta de trabajo, la inmigración o la vivienda, resulta que todo un país (dudo que a Marruecos le importe mucho) está pendiente de esta mujer. Los periódicos, los informativos, las radios y la gente de la calle no hacen más que hablar de esto.
Que actúen los que tienen que hacerlo y que se haga todo lo posible para que esta mujer deje de copar las portadas y las noticias. Me da igual si acepta cualquiera de las tres alternativas que le han dado o si coge un avión y se vuelve a Marruecos o si se hace una casa en medio del desierto del Sáraha o si se muere de hambre. No me importa en absoluto y menos aún cuando, como dije antes, considero que hay muchas más cosas prioritarias a tratar.
En el fondo, cualquier mártir sólo sirve para inspirar a los movimientos. En el aeropuerto de Lanzarote hay otro de ellos.
viernes, 11 de diciembre de 2009
El pueblo siempre pierde

Se abrió fuego, hará cosa de unos tres meses, en Arenys de Munt, donde se obtuvieron un 97% de votos a favor. Eso sí, sólo un 40% de la población ejerció su derecho a voto. No hace falta decir que, a pesar de la poca participación, el resultado es realmente aplastante.
El domingo, unos 170 municipios se unirán a esta causa, a la cual, personalmente, no le auguro una gran respuesta de la gente. Los que están locos por hacer del Ebro una frontera real, son los que no pueden dormir pensando en el domingo y, al resto, les da igual al no tratarse de algo vinculante ya que tan sólo es una consulta que se hace al pueblo.
No hace falta decir que ganará el SI en todos y cada uno de los 170 municipios y que esto aumentará las tensiones entre los dos frentes abiertos ahora mismo, entre los que defienden el NO y los que defienden el SI.
A mi me da igual el SI o el NO porque creo que no servirá ni uno ni otro. ¿Seremos más ricos los que vivimos en Cataluña si nos separamos del resto de España? ¿Seremos mejores? ¿Qué ganaremos haciendo esto? Yo no le veo la mejoría, la verdad. El dinero se quedará aquí, sí, pero lo seguirán teniendo los que ya tienen los bolsillos llenos, seguirá habiendo corrupción a mansalva y continuaremos pagando impuestos por todo, tal y como ya hacemos ahora mismo.
Cuando me toque a mí, lo tengo muy claro: diré NO. Y es que el pueblo siempre pierde, gobierne quien gobierne.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
No te queda mucho tiempo para responder

martes, 8 de diciembre de 2009
Blogspot y Facebook

El que más puedo echar de menos, sin duda, es el blog. He dicho más de una vez que escribir no me supone ningún inconveniente y si no lo hago es por falta de tiempo, básicamente. Para mí es todo un logro haber llegado, con el post de hoy, a subir 255 escritos desde el 1 de febrero, que es cuando empezó esta historia. Aquí he reflejado muchas cosas de mí, quien soy, que hago, como soy, situaciones y momentos de todo tipo. Me gustaría que el blog llegara al año de vida, pero ahora mismo lo dudo mucho.
Del Facebook hace tiempo que quiero olvidarme del todo. Es una buena herramienta si se sabe utilizar. Sirve si la gente lo emplea con el objetivo por el cual fue creado, nada más. El problema es que se ha convertido en un vicio dañino, en un lugar donde la gente olisquea en las vidas ajenas sin ningún fin benévolo. Es la cripta del cotilleo y de la crítica. Acabo de mirar los amigos que tengo: 268 en total. De todos ellos, debo mantener contacto real con unos 30. Con el resto ni me llevo ni me dejo de llevar, están ahí igual que yo estoy allí.
No creo que ninguno de esos 268 "amigos" me eche en falta. Algun@s lectores ocasionales de este blog, sí. Aún tengo tiempo para pensar que hago. Aún faltan días para que se acabe el 2010. Cada vez queda menos para todo pero aún no es tarde para nada. Recuérdalo siempre.
sábado, 5 de diciembre de 2009
Radio y televisión
Si hay algo de lo que me gustaría trabajar de veras, sería de comentarista deportivo de radio. Me emociona escuchar las narraciones de los periodistas con el ímpetu con el que lo hacen, a veces, incluso, como si les fuera la vida en ello.
Desde aquí, dos recomendaciones: a los que siguen al F. C. Barcelona, Onda Cero; con el gran Alfredo Martínez, y a los que son fans del Real Madrid, Cadena Ser, con Manolo Lama. Ambos son, para mí, los dos mejores narradores que existen con mucha diferencia, por encima de cualquier otro, ya sea de televisión o de radio.
Lo mejor es ver un partido por la televisión escuchando la radio. Y quien diga lo contrario, no sabe lo que dice.
Los pelos de punta y la carne de gallina aún hoy, después de tanto tiempo. He llorado de emoción por tu culpa, que lo sepas. Don Andrés Iniesta. Viva el fútbol.
Desde aquí, dos recomendaciones: a los que siguen al F. C. Barcelona, Onda Cero; con el gran Alfredo Martínez, y a los que son fans del Real Madrid, Cadena Ser, con Manolo Lama. Ambos son, para mí, los dos mejores narradores que existen con mucha diferencia, por encima de cualquier otro, ya sea de televisión o de radio.
Lo mejor es ver un partido por la televisión escuchando la radio. Y quien diga lo contrario, no sabe lo que dice.
Los pelos de punta y la carne de gallina aún hoy, después de tanto tiempo. He llorado de emoción por tu culpa, que lo sepas. Don Andrés Iniesta. Viva el fútbol.
viernes, 4 de diciembre de 2009
El puto amo
Joaquín Sabina - Agua pasada
Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas.
Lo malo del después son los despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los móviles que insultan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño.
Lo atroz es no querer saber quién eres,
agua pasada, tierra quemada,
que dé igual esperarte o que me esperes,
que no seas tú entre todas las mujeres,
que la cuenta esté saldada.
Las canciones de amor que no quisiste
andan rodando ya por las aceras,
las tocan las orquestas de los tristes
para que baile don nadie con cualquiera.
Las maletas que llegan sin tu ropa
giran perdidas por los aeropuertos,
la pasión cuando pasa es una copa
de sangre desangrada en el mar muerto.
Remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos,
cuando al punto final de los finales
no le siguen dos puntos suspensivos.
Peor es no querer saber quién eres,
agua pasada, tierra quemada,
que dé igual esperarte o que me esperes,
que no seas tú entre todas las mujeres,
Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas.
Lo malo del después son los despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los móviles que insultan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño.
Lo atroz es no querer saber quién eres,
agua pasada, tierra quemada,
que dé igual esperarte o que me esperes,
que no seas tú entre todas las mujeres,
que la cuenta esté saldada.
Las canciones de amor que no quisiste
andan rodando ya por las aceras,
las tocan las orquestas de los tristes
para que baile don nadie con cualquiera.
Las maletas que llegan sin tu ropa
giran perdidas por los aeropuertos,
la pasión cuando pasa es una copa
de sangre desangrada en el mar muerto.
Remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos,
cuando al punto final de los finales
no le siguen dos puntos suspensivos.
Peor es no querer saber quién eres,
agua pasada, tierra quemada,
que dé igual esperarte o que me esperes,
que no seas tú entre todas las mujeres,
que la cuenta esté saldada.
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Me has hecho esperar mucho tiempo pero, como siempre, ha merecido la pena. Eres grande, Joaquín, muy grande. Eres el puto amo. Preguntas sin respuesta
jueves, 3 de diciembre de 2009
Prometo no irme muy lejos

miércoles, 2 de diciembre de 2009
Lo que te plazca
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