Ellos siempre creyeron que yo podía llegar. Yo aún no he llegado pero sé que ellos siguen creyendo que puedo. Si no fuese así, yo no podría ni tan siquiera intentarlo.
jueves, 2 de septiembre de 2010
Septiembre
Es cuando el sol no tiene tanta fuerza que la tarde se acorta. La playa empieza a ser melancolía y los termómetros sonríen y respiran de nuevo. El verano está dejando de ser verano porque a septiembre le da la gana. Acaban las vacaciones y se retoma el curso de lo cotidiano, el trabajo y la rutina. Aún no se guarda la manga corta pero se opta por rescatar la larga por aquello del por si acaso. Las costas y las ciudades vuelven a ser lo que fueron un tiempo corto atrás y parece como si todos hubiéramos despertado de un sueño o de una pesadilla, según convenga. Un mes lo cambia todo. Como me gusta que llegue septiembre.
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