miércoles, 11 de noviembre de 2009

Furia contenida

Hace tres años y medio que murió mi abuelo materno. En febrero de este año murió mi bisabuela materna. En junio murió mi abuela paterna. Hace poco más de un mes murió una persona muy importante. Hoy ha muerto mi abuelo paterno.
Siempre que se muere alguien conocido, me apeno por ello. Sobretodo me compadezco por la familia del fallecido que sufre por el dolor causado. En cambio, cuando se muere algún ser querido o algún familiar, no me entristezco.
Ahora mismo soy como una despensa llena de rabia, de furia contenida. Dentro de mí hay un sinfín de sentimientos negativos los cuales sólo hacen que alimentar la ira que no soy capaz de expulsar. Es un quiero y no puedo, unas ganas tremendas de entrar en cólera y reventar hasta agotarme.
Tú tambien te has marchado lejos, como los demás, y ya no volveremos a vernos. De hecho, siempre hemos estado lejos y no nos hemos visto mucho o no tanto como hubiéramos querido. Es una pena, pero es la realidad.
Sé que voy a pensar en ti como lo hago a menudo con los demás. Ya lo ves, no va a resultarte sencillo escaparte de mi vida.

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