
Todo es insulso menos el amor que hacemos y deshacemos a pesar del mundo, cuerpo a cuerpo, piel contra piel, verso a verso. El amor que no entiende de promesas, de futuros lejanos, que huye de todos los papeles, cabalgando el instante supremo en el que gritas mi nombre.
Todo es insulso menos el amor que nos libera de las máscaras sutiles. Los labios ardientes de verdades, las espaldas cargadas de buenas voluntades, la fragancia que se torna inconfundible, los momentos mágicos e inenarrables, tu benefactora presencia.