Siento que tras dos meses de ausencia tenga que retomar el curso del blog para hablar de algo que me resulta tan desagradable. Aún y así, empezaré diciendo que lo que escribiré en este post engloba erróneamente a un colectivo, ya que considero que generalizar no es bueno y además resulta equívoco.
Voy a dar a conocer el asco y la vergüenza ajena que me produce un colectivo determinado: léase "los de Barcelona", los "chabas" o los "pixapins", cuya traducción exacta al castellano sería "meapinos". Son personas, preferiblemente de la ciudad de Barcelona y alrededores, aparentemente normales cuyo único y teórico objetivo es venir de vacaciones a la Costa Brava a pasar unos días en el mes de julio y/o agosto. Estos días, sin embargo, y lejos de ser una especie de desconexión, sólo hacen que provocar conflictos entre ellos y los trabajadores de esta región, cosa que no suele pasar con los turistas extrangeros, que acostumbran a ser gente bastante educada y comprensiva y que en ningún momento quieren imponerse a santo de nada.
Debéis saber que da igual que la barra de pan sea un poco más oscura o más clara, acaba siendo pan. Otra cosa sería que el pan estuviera duro, crudo, congelado, quemado o fuera del día anterior, entonces podría entender esa cansina y asquerosa exigencia que tenéis a la hora de dirigiriros al panadero, al frutero, al carnicero o al pescadero. Si tenéis que hacer cola con el coche o en la caja del supermercado, os jodéis. Yo también las hago, básicamente en verano y por vuestra culpa, y me aguanto. También debo recordaros que los coches se aparcan donde se puede aparcar, en los lugares habilitados para tal efecto. Eso de poner el coche familiar encima de la acera, en una zona verde o delante de un vado, no se hace porque acarrea una sanción al respecto aunque luego intentéis convencer al policía que, recordad, sólo hace su trabajo como tal, no es un psicólogo. Además, el código de circulación es el mismo que en vuestro pueblo, así que si la calle es de una dirección, es peatonal o no permite el estacionamiento de coches, se respeta y se acabó. Por las noches, y según la ley, no se puede alterar ni el orden público ni el privado, desde las doce de la noche hasta las ocho de la mañana, así que si tenéis ganas de ir por la calle explicando batallitas, os calláis y las explicáis de vuelta a casa con el coche u os vais a un sitio donde no os pueda escuchar nadie, ya que los que somos de origen solemos tener que trabajar al día siguiente y teneros que volver a aguntar, así que al menos estaría bien por vuestra parte que nos dejárais descansar. A partir de aquí, pensad si realmente os compensa estar ahorrando todo el año para reventaros el dinero en una semana, malviviendo en un apartamento de veinte metros cuadrados con toda la familia y paseando por la playa y el centro del pueblo esa justa y merecida fama de chulos y perdonavidas.
Sólo queda esperar que el verano acabe y os marchéis todos. Mi pueblo vive del turismo pero no debemos aceptarlo a cualquier precio y mucho menos someternos a cuatro payasos. Respeto y educación es lo mínimo exigible a cualquier persona aunque para muchos sea algo increíblemente inalcanzable.
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