Ellos siempre creyeron que yo podía llegar. Yo aún no he llegado pero sé que ellos siguen creyendo que puedo. Si no fuese así, yo no podría ni tan siquiera intentarlo.
viernes, 11 de junio de 2010
Me da la risa
La verdad es que me da la risa. Dicen que el dietarismo es un exhibicionismo impúdico. Lo empecé como un juego, me enganché y ahora me la trae floja. Es lo aplicable a la mayoría de campos de la vida; es lo que serían los tres estados de todo aquello que tenemos o que vemos. No podía evitar entrar en la bitácora para comprobar la evolución del contador de visitas. Eso era lo que realmente me gustaba: ver como la cifra aumentaba y mi blog tenía adeptos, gente que perdía su preciado tiempo en leer u ojear mis creaciones. ¿Qué sentido tenía todo? Era una profunda miseria y yo lo consideraba un éxito.
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